En el municipio de Zumaia, se nos propone diseñar unas piscinas naturales, las cuales, deben ir complementadas de un restaurante y zona de vestuarios.
El emplazamiento de trabajo, es el límite del municipio, donde éste se funde con el mar.
Mi propuesta consiste en diseñar una arquitectura que se pierde en el horizonte.
Tanto el resturante como los vestuarios son, una prolongación de la cota transitable en cada momento.
Para las piscinas, diseño un juego de plataformas de hormigón con sus adecuados muros de contención de nivel de agua, para crear bajo el mar, piscinas con diferentes profundidades.
Todo el diseño se basa en la búsqueda de sensaciones, principalmente en la zona del restaurante, donde se diseña un espacio como un foco hacia el mar.
A este lugar, el visitante se introduce a través de una rampa que rompe como una grieta el suelo, y una vez dentro y tras degustar un apetitoso aperitivo, se encuentra con una escalinata que lo conecta directamente con el mar.
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